
El sofá tiene pensamientos suicidas.
Harto en cada costilla de madera que nadie se siente en su comodidad.
Él quería iluminar la sala,
ser el consentido de las visitas,
la cama del gato,
el captor definitivo de la tranquilidad del medio día.
Pero el sofá esta solo,
ítem único y olvidado de un juego de tres.
Se siente triste, ávido de calor humano.
Lo adornan regularmente
seis cojines igual de olvidados
y un par de calcetines depresivos.
Nadie lo quiere, es cierto.
Arrumbado en un cuarto lúgubre,
Inservible.
Siempre que algún inadvertido se sienta en él
se queja, se mueve trabajosamente de lado a lado,
no se acomoda.
A menudo lo miran con desprecio y se resuelven por el preferido de moda (que en estos tiempos es el piso).
El sofá tiene pensamientos suicidas y yo también.
Elegidos de nadie. Hoy es nuestro día.
1 comentario:
elegidos de nadie!!! yo los elijo!!!
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